Yo alguna vez me he imaginado como será el día en que mis hijos no sólo salgan del cascarón, sino que hagan una maleta y salgan de casa... y no quiero adelantar acontecimientos, disfrutaré el momento.
Esa idea, me hace achucharlos y abrazarlos más... porque nuestra pequeña casa se hará una infita sala con eco de soledad, vacío sin sus voces y sonidos, sin su presencia... pero llegará el momento en el que sus vidas se abrirán camino hacia nuevos proyectos, y la mia cambiará de etapa (la vida son sucesiones de cosas, etapas y momentos)... y en ocasiones no os creais que no lo deseo, cuando hay pataletas y rabietas, gritos, trastos y juguetes, correquetepillos, y un sinfín de chiquillerias... uno se arrastra hasta la cama y cuando están los niños dormidos piensa "por fin", y sólo se piensa porque no se tienen ni fuerzas para decirlo.
Os digo, que poco me he separado de mis hijos, pero cuando ha ocurrido, tampoco lo he podido aprovechar para descansar, porque me hacían falta sus risas, sus pasitos pequeños correteando por una casa recogida, cosa que no es habitual estando ellos... tan lindos.
Y lo que nos hacen reir... y lo que nos hacen enfadar, pero son enfados diferentes a cualquier enfado... ¿Realmente te puedes enfadar con un niño chiquitín?:
La mayor, tiene 2 años, ahora empieza a hacer trastadas, el día que empezó en el cole, hace pocos meses, estuvo una semana lloronceta (normal, para ella, sus papás la estaban abandonando con desconocidos) ¿os imaginais que trauma?, para mi también es difícil empezar en un trabajo nuevo por ejemplo (no conoces a nadie, no sabes en quien confiar, a quien preguntar...). Después de una semana y media, ya era la reina de la clase.
Un día, cuando voy a recogerla, sale su profe y me dice:
- Ya se ha integrado, y se nota, porque hoy a empezado a arrastar las sillas, tirar los juguetes, etc.
Yo pensé, puede, que esté muy enfadada, y aunque no llore porque sabe que no le sirve de nada, manifiesta su enfado de esta manera... pero no sé, mi hija todavía no habla, y si lo hiciera, quizás aún no sabe expresarse de manera que la pudiera entender o incluso ni ella misma podría definir que le pasa.
Al día siguiente voy, como cada día a recogerla:
- Hoy ha estado muy bien, ya no llora. Es un terremoto (que me lo digan a mi), hemos llevado a un nene al baño y ella se ha colado, y cuando nos hemos querido dar cuenta estaba con la esbilla del bater...
Claro, esto, a mi me lo hace en casa y me tengo que poner sin reñir, sin gritar, pero si explicándole muy en serio que eso no debe hacerlo ella. Pero eso sí se hace, claro que sí se hace, y ella lo sabe que se hace, porque ve a mamá cuando está limpiando (por lo tanto no puedo decir que "eso no se hace"). Evidentemente, si la profesora la ve sacándose un moco para luego comérselo no me lo va a decir "mira lo que ha hecho hoy" porque eso no está catalogado como una travesura, pero es que eso, eso sí que no se hace (tenemos tendencia a fijarnos sólo en lo que nos molesta...). Pero cuando ocurren estas travesurillas, pensamos que son malos, ¿porqué no pensar que somos su modelo a seguir y nos imitan en todo lo que hacemos? Y si llegamos a esa conclusión ¿porqué no darles amor para que puedan imitarnos, y aprendan a amar sin límites?¿Os imaginais un mundo con amor?
Mi niña está haciendo cambios increibles... y es que el cariño no se pasa con tarjeta de crédito, la compresión y la empatía tampoco las encontramos en los escaparates... no hacemos más caso ni amamos más a nuestros hijos por darles todos los caprichos materiales que quieran, con eso no les hacemos ningún bien... pero si les hace mucho y muchísimo bien mimárles y hacérles caso, intentando comprender su mundo, aunque te digan gentes que quieren enseñarte a educar (no són psicólogos, simplemente es la vecina de la esquina que tuvo gemélos, por poner un ejemplo) "los estás mimando demasiado", pero, ¿ no somos también los adultos seres deseosos de mimos?, ¿no nos encanta sentir como nos achuchan y abrazan, cómo nos besan, cómo nos dicen te quiero, cómo nos dicen lo bien que cocinamos o trabajamos...?¿acaso nos volvémos malas personas por sentirnos amados y más caprichosos de los bienes materiales?, os invito a la reflexión. Pues ellos, aún lo necesitan más, ese apoyo que les refuerza para saber que hacen las cosas bien (y cuando no, claro, hay que decírselo, y a veces, claro, nos tendremos que enfadar, pero... hay muchas maneras de hacerlo).
Dios mio, menos mal que no nos acordamos el primer día de nuestra vida... estamos escuchando a mamá, dentro de mamá, con luz tenue, con el calor óptimo, sin frío, sin hambre... El trabajo que tienen que hacer esos bebés por pasar por el agujero más pequeño por el que tendrán que pasar en su vida (lo huesos de su cráneo no están del todo desarrollado, para que puedan adaptarse al canal del parto, de ahí las cabezas pepino, huevo, plátano y todas esos bonitos adjetivos que les decimos en lugar de decirles "bienvenido a la vida, lo has hecho muy bien, gran trabajo, gran esfuerzo, no te preocupes que todo saldrá bien y verás que guapit@ estarás". Y nacen, y abren por primera vez los ojos con un foco delante que les alumbra o deslumbra (haced la prueba y vereis lo que molesta), unas manazas que los agarran y de estar flotando pasan a sentir el peso de la tierra (bienvenidos a la gravedad), y de estar en agua calentita a salir al exterior del mundo(qué frío, es como darse un baño en invierno y salir en pelotas por el pasillo de tu casa), de escuchar el corazón de mamá a no saber donde está la voz que te ha acompañado durante nueve meses, pero aún decimos "hay que llorón, sólo quiere estar con su madre o con su padre o solo quiere brazos", claro, ¿qué querríamos nosotros?
SIEMPRE ES DURO SALIR DEL CASCARÓN... PERO SI ENCUENTRAS APOYO, NOS RESULTA MUCHO MÁS FÁCIL.
Que inteligente eres niña!! Cuanto sabes!!
ResponderEliminarQue suerte tener una mami como tú :D que tranquilidad da ver que vas a saber llevar a tus niños por el mejor camino, por el que tú crees que será el mejor y yo casi segura de que lo será :D
Ay Mayte...voy a tener que dejar de leer este blog porque tengo el instinto a flor de piel y me emociono mucho, me ilusiono...pero no puede ser ahora, ahorita mismo no puede ser, vaya mierda.
ResponderEliminarElena
Serás una madre increible (haz caso siempre a tu corazón y a nada más... las mamis somos las que conocemos a nuestros niños).
ResponderEliminarDa tiempo a ubicarte, eso te ayudará luego a pasar tiempo con tus niños cuando vengan, a pensar sólo en ellos (tendrás menos problemas a los que plantar cara si los solucionas antes)... es difícil, lo sé... pero ojala puedieras por un momento estar dentro de mi pada que en lugar de explicartelo pudieras sentirlo...
En otras culturas, los hijos no se planean, surgen del amor cuando ellos nos quieren darnos ese regalo de amor, pero en la nuestra es así... La paciencia luego te dará la recompensa. Ánimo